El significado de la palabra atelier no solo se refiere al lugar de trabajo de un artista. Es su territorio más íntimo, el centro desde donde su talento creativo transforma un lienzo en blanco en la búsqueda infinita de lo bello. Quizás por eso tenga tanto sentido que este sea el nombre de la muestra que el reconocido cirujano plástico Héctor Valdés expuso en Venecia. Piel y tejidos fueron los soportes de creaciones guiadas por el conocimiento médico, pero con profunda preocupación estética. El quirófano es también un lugar de creación y de un trabajo que tiene como guía la belleza. Todo un universo reflejado en una instalación que invita a la reflexión sobre la cirugía plástica, su poder transformador en la vida de las personas y el valor artístico que puede desprenderse de estas experiencias. Un encuentro entre arte y ciencia, donde Valdés fusionó su trabajo médico con disciplinas artísticas como la fotografía y la pintura.
En búsqueda de la belleza
Fue el libro “Cuerpos Pintados” de Roberto Edwards el que despertó su interés por llevar adelante este proyecto artístico. “Pensé que se podía ir más allá, que era posible fusionar lo quirúrgico y mezclarlo para que la cirugía fuera también una manifestación artística”, señala Valdés. Iniciativa que lo llevaría a construir un registro durante diez años, que terminaría por convertirse en su instalación “Atelier”. “Nuestro proyecto involucró fotografía, cirugía y plástica, en el sentido de la pintura. El cuerpo humano es un soporte en la cirugía plástica y es un material con el que se trabaja. Esto nunca se había sido presentado tan explícitamente”, agrega.
En una sala de 25 metros cuadrados se desplegó la propuesta de Héctor Valdés. “Hicimos tres videos en los cuales mostramos el proceso desde la conversación que es muy importante, la planificación, la idea, el diseño, la ejecución de la cirugía y también en vez de hacer imágenes técnicas de pre y post, incorporamos la pintura. El cambio queda como camuflado y mezclado en todo este proceso creativo de pintura”. A las imágenes en movimiento, se sumaron las fotografías que fueron construyendo un relato que llevó a los espectadores a un viaje por una particular construcción de belleza que atrajo a visitantes de todo el mundo quienes elogiaron ampliamente la muestra por su contenido y estética. “Fuimos bastante cuidadosos. No hubo sangre, todos fue muy limpio, porque era un ambiente artístico, no un congreso médico”, dice Héctor Valdés.
“Atelier” demostró que la cirugía plástica va mucho más allá. Habla de salud, estética, belleza, arte y de cómo las personas pueden ser más felices.